Instalaciones de suelo radiante y refrescante

El suelo radiante/refrescante es una opción muy eficiente para la climatización interior del edificio. La temperatura ambiente de confort con suelo radiante se consigue de 1ºC a 2ºC por debajo de una calefacción tradicional, lo que supone un ahorro energético de hasta un 30% en comparación con la instalación de radiadores. 
El confort siempre está concionado en gran medida a la temperatura de la estancia, por esto es importante disponer de un sistema de climatización eficiente. El sistema de suelo radiante proporciona un calor uniforme y regular mientras trabaja a una temperatura del agua de 30-45 ºC que circula por la red de tuberías para conseguir que el suelo adquiera una temperatura de 22-27ºC. De esta manera se consigue mantener los pies templados y la cabeza fría, no necesita ocupar espacio como otros sistemas de calefacción, está invisible y no sufre apenas desgaste.

Nos referimos a suelo radiante cuando actúa como emisor térmico mientras el fluído caliente (agua) circula a través de la tubería. La distribución de la temperatura en la estancia es más próxima a la ideal con este sistema. Es combinable con cualquier fuente de energía (Solar térmica, biomasa, gasóleo, gas, electricidad, etc), se puede emplear cualquier tipo de pavimento (cerámica, parquet, tarima, mármol, moqueta, etc.) y en cualquier tipo de construcción.

Se denomina suelo refrescante cuando se hace circular el fluído (agua) a bajas temperaturas a través de las tuberías. Para que el suelo funcione en este modo, es necesario disponer de:
- Enfriadora de agua: extrae el calor del fluído circulante.
- Fancoils:  Estos elementos aspiran el aire de la estancia, lo enfrían haciéndolo circular a través de las tuberías de agua, se elimina la humedad (secado) y se devuelve a la estancia.